Para muchos vivir en el extranjero por razones de trabajo o de estudios suena como una gran aventura llena
de libertad que además conlleva la oportunidad de ampliar horizontes. Algunos realizan su sueño a través de su empresa que les envía, otros deciden inscribirse en una
universidad extranjera durante varios semestres, y otros más, en cambio, quieren empezar una vida nueva al dejar su patria atrás durante algún tiempo o incluso para siempre.
Trabajar o estudiar en el extranjero durante algunos años puede ser una gran experiencia para nosotros y nuestra
familia. Pero en muchos casos también resulta muy agotador y repleto de desafíos día a día. Otro idioma, una cultura diferente y valores que a
veces no compartimos. Y, lo que es peor aún, no podemos contar con la ayuda como nuestra familia de origen o nuestros amigos de siempre... Conozco perfectamente esa situación ya que yo
también he trabajado y estudiado en el extranjero durante muchos años.
Por lo tanto es muy normal que – a veces – nos sintamos tristes, perdidos o totalmente sobrecargados con
nuestra situación. Tener la oportunidad de disfrutar de ayuda profesional en forma de asesoramiento psicológico - sobre todo en su lengua
materna - ofrece alivio inmediato y la posibilidad de encontrar soluciones duraderas.
¡Y todo en muy pocas
sesiones!
